Aeropuerto de Mexicali, Dolor de cabeza


Aeropuerto de Mexicali, Dolor de cabeza

Imagen del aeropuerto de Mexicali,

 Aeropuerto de Mexicali, Dolor de cabeza

Aeropuerto de Mexicali , una amarga experiencia,

Volaris, organización mediocre en Mexicali.

Resultado, Dolor de cabeza en el Aeropuerto


El relato previo al vuelo

En días recientes, tuve la fortuna de recibir la visita de mi madre,
durante dos semanas, pasamos juntos inolvidables días.
Pero llego el día en que ella debía volver a casa.
Con la satisfacción de habernos visto y la tristeza de separarnos de nuevo,
previa reservación en Volaris, una empresa que se dedica al transporte
aereo en México, nos dirigimos al AEROPUERTO de Mexicali,
Baja California Norte, México.
No teníamos idea de la pesadilla que nos esperaba en el Aeropuerto de MEXICALI.

Comienza el dolor de cabeza
Al llegar al aeropuerto de Mexicali, México, con dos horas de anticipación, los planes eran:
Primero.- Documentar el equipaje.
Segundo.- Desayunar algo ligero para que mi madre pudiera
administrarse el medicamento para la diabetes,
Tercero.- Platicar un poco y despedirnos con tranquilidad.

El cambio de planes

Lo que ocurrió fue completamente diferente.

Una vez en el aeropuerto de Mexicali, Mexico,
lo primero fue formarnos en la fila para pasar los rayos x,
no hubo problema con eso,
enseguida, la fila para pesar el equipaje de mayor volumen y peso.

Nadie nos informó cuanto sería el limite y en su caso, el costo que tendría
el exceso del mismo.

Así que una nueva fila para documentarlo, la sorpresa fue grande
¡El costo sería mas de la mitad del costo del boleto!
Al negarnos a pagar dicho exceso, un empleado casi nos obliga a alejarnos
de la ventanilla indicándonos el lugar donde podríamos rehacer la maleta
para reducir el peso.

Esto fue en el piso de un andador, no sin antes ser reprendidos por una
persona de seguridad quien casi gritando nos dijo que ese no era el lugar
indicado.

La Pesadilla
Al preguntarle en donde podría rehacer la maleta, me indico un rincón
del aeropuerto, en el piso, ni una mesa para arreglar la maleta.

Me sentí humillado, como un apestado a quien le niegan el acceso
a todas partes, como si hacer uso del Aeropuerto de Mexicali, México significara
un honor para nosotros y debíamos doblegarnos a sus requerimientos.

Mi madre, ya molesta por la situación movía la cabeza como si no creyera
lo que estaba pasando.
En pocos minutos, eramos al menos seis personas
en la misma situación, entre los cuales hubo una señora embarazada y dos niños.

Todos bastante molestos por el trato recibido, unos quejándose, otros
maldiciendo su suerte en el aeropuerto de Mexicali.

Tratando de apresurarme para evitar mas malestares a mi madre,
después de retirar algunas cosas y colocarlas en una maleta mas pequeña,
voy de nuevo a la fila numero uno, rayos x, enseguida bascula, después,
documentación, a estas alturas ya el tiempo de abordar se acercaba
mas y mas.
Los empleados se apresuraron tanto que el ultimo de ellos
ni se molestó en señalarnos que una de las bolsas de mano se excedía
casi dos kilos, eso ya no importaba.
Apresuradamente finalizó su labor
y casi corrimos al anden correspondiente, no hubo tiempo para desayunar,
tampoco para tomar el medicamento, ni la inyección de insulina para mi madre,
mucho menos para despedirnos debidamente.

Al ver a mi madre que se alejaba por el anden, haciendo malabares con 2 maletas
relativamente pequeñas, un contenedor térmico para las medicinas, el boleto y
su bolsa de mano, sentí temblar mi cuerpo de coraje e impotencia.

Mientras todo esto sucedía mi mayor preocupación fue que ella sufriera las
consecuencias de la mediocre organización de las empresas.

Tanto del aeropuerto de Mexicali como de la empresa Volaris.

¿Porque tenia mi madre que pagar el precio de todo lo que pasamos?

Sentí un gran temor de que durante el vuelo resintiera la presión a que fuimos sometidos.

Para ella ese tipo de situaciones podría ser de consecuencias muy serias y severas.

Lo único que atiné a hacer fue pedirle a Dios que la acompañara.
La vi alejarse con tristeza, melancolía y preocupación.

Estuve algunos minutos repasando mentalmente lo que habíamos pasado.

De pronto, el rostro de una edecan llamó mi atención, a pesar de que el día recién comenzaba,
su cara reflejaba una excesiva tensión nerviosa.

Conclusión
Entonces me di que para ellos, los empleados, eso que nosotros pasamos, era parte de su rutina diaria.

Un par de horas después, comprendí que la culpa no era de los empleados, ellos también son victimas,
de la pésima organización de las empresas para quienes trabajan.
Por lo visto, el problema que tuvimos en Aeropuerto de Mexicali con la empresa Volaris sucede todos
los días, sin que nadie se preocupe por encontrar una solución a la mediocridad del servicio
que debemos de experimentar los usuarios.

El Final
Gracias a Dios mi madre esta bien, aunque estuvo un par de días recuperándose de la amarga
experiencia que pasamos en el aeropuerto de Mexicali con la empresa Volaris.

No sabemos cuando podremos vernos de nuevo, es difícil saberlo.

De lo que estamos seguros es que nunca mas haremos uso del Aeropuerto de
Mexicali y nunca mas utilizar Volaris para transportarnos.

Espero que nuestra experiencia le ayude a quienes tienen planeado viajar por avión,
asegúrense de elegir la compañía correcta, especialmente si piensan utilizar
el Aeropuerto de Mexicali o si entre sus opciones deben decidir usar o no un vuelo de Volaris.


Imágenes extraídas de
www.aeropuertosdelmundo.com
Www.aerolineasmexicanas.mwww.directorioblogs.com.mx


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