Cuando abrazados te acaricio más abajo de tu cintura,
mientras mis labios exploran ansiosos los tuyos,
sediento y hambriento por saborear tu aliento y tu miel,
juqueteando nuestras lenguas, manos y dedos apretando,
dos cuerpos ansiosos por ser y estar prendidos, enajenados,
cuando comienza un nuevo acto entre dos seres enamorados.
Se siente bien tocar tu piel,
Sobre los pliegues donde se unen tus hombros con tu cuello,
mientras mis manos aprisionan con firme y descontrolada delicadeza,
tus provocativas, deseadas, suaves y tibias formas de mujer.
Se siente bien tocar tu piel,
Cuando siento en mi boca la poca disimulada excitación sobre tu vientre,
ese tímido estremecer en tus piernas no oculta tu emoción,
cuando presientes lo que viene, luego de unos cálidos besos,
tu sabes perfectamente hacia adonde voy.
Se siente bien tocar tu piel,
Sigo avanzando cuesta abajo lentamente,
yo sé muy bien que todo eso te enciende,
así comienza la desmedida locura,
abriendo esos caminos conocidos por tanto tiempo,
reviviendo muchos excitantes momentos,
zonas que sabes que me gusta recorrer.
Se siente bien tocar tu piel,
a toda marcha seguimos avanzando, ese camino deliciosamente usado,
la continuación de un principio lento apresurado cada siguiente momento,
hasta que el inevitable éxtasis llega envolviéndonos por completo,
cuando mis labios se humedecen con el néctar de tu cuerpo,
después de espasmos, pequeños gritos que ya no escucho porque tus muslos ensordecen mis oídos,
es el inicio de una noche mas de placer.
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